domingo, 27 de diciembre de 2015

Porque colaborar Yo sí ¿Y tú?

¿Colaborar? Yo Sí ¿Y tú?

Y por qué debo colaborar

Cuantas veces habremos oído comentar en algún lugar, la palabra colaborar; esta está bien siempre que se trate de causas o cosas comunes donde la convivencia entre todos los habitantes de una comunidad, no importa si es pequeña o grande esa comunidad, los bienes generados por ella, son compartidos por equitativamente entre todos sus habitantes en la justa medida.
   Eso significa que según la participación económica del colaborador, en cuanto a su capacidad por colaborar suele ir unida a su peculio, no todos pueden hacer el mismo esfuerzo en ese menester. Colaborar tiene muchos aspectos; eso puede verse en la hacienda pública con lo recaudado en forma de impuestos sobre el patrimonio, donde no siempre el que más tiene más participa.
   La colaboración que este contribuyente solitario solicita es muy distinta; es una colaboración que no implica desembolso alguno, no le va a costar nada, eso sí, si él no quiere; cada persona con su patrimonio puede hacer lo que más le convenga o crea conveniente, nadie se lo va a impedir.
Esta solidaridad está dirigida a personas si casi medios económicos los cuales si no están en la calle, están a punto de hacerlo en muchas ocasiones la vida los ha puesto ahí, a veces por culpa suya, otras por culpa del sistema. En ambos casos no valen lamentaciones, a lo hecho pecho como se suele decir.
  Buscar culpables ante hechos consumados poco consuelo aporta, lo que quiere decir es que la vida continúa y lo mejor que una persona a las que la vida ha desahuciado o está a punto de desahuciar, no solo debe buscar colaboración si no que esa misma persona debe prestarla y volver a la normalidad con todo lo que acarrea.

La fórmula:

Esta publicación solo busca eso, una especie de colaboración mutua entre dos personas, en la cual aportas muy poco y recibes mucho.
Supóngase que una persona de tenerlo todo o casi todo, se ve de momento en la calle y su único medio de vida es la pequeña ayuda que por lógica el gobierno está obligado a darle, cuya cantidad solo le permite pagar una pequeña habitación en lugares en ocasiones muy reducidos en cuanto a libertad y comodidad, en ocasiones en alguna casa particular, eso con suerte y donde lo único que te permiten es dormir en esa habitación, eso sí, sin causar molestias al resto de los que habiten en esa vivienda. La comida no es un problema, pues existen comedores sociales los cuales te solucionan ese problema.

Qué ocurriría si una persona le ofrece o propone compartir una vivienda o un piso humilde donde dispondría de una habitación, y compartiría el resto de los enseres de dicha vivienda como si fuera su propia casa. Qué pensaría esa persona que de la noche a la mañana vuelve a ser el propietario de su vida, de su bienestar; pensaría que es un sueño, supongo.
   Además con la seguridad de compartir mesa y los gastos habituales de esa vivienda, como si fueran colegas y amigos de toda la vida.
  Esta es la fórmula que pretendo implantar, unir a dos colegas de distintos sexos bajo un mismo techo, pero en habitaciones distintas, cada uno con lo suyo en su propia intimidad. Es posible adivinar, que la persona que está en condiciones de aceptar un reto de esta índole seguro que es un solitario. El cual si tiene familia seguro que pensara: (Familia y trastos viejos pocos y lejos.) pues seguro que si tuviera una familia que le quisiera, no se encontraría en semejante situación.

Tipos de colaboración

En la actualidad, existen tantos tipos de colaboración que enumerarlos a todos seria eterno, aparte de los impuestos establecidos por los gobiernos, existen algunas ONG, casas de caridad todas nutridas por donativos “anónimos”, organismos estatales creados a tal efecto para paliar las necesidades de los más necesitados, como las habitual, comunidad de indigentes y personas sin techo tan habituales en las calles de cualquier ciudad. Estas son las más usuales, estas suelen paliarlas los ayuntamientos, en muchos casos ofrecen comedores y alberges por un tiempo limitado. Lo cual esto está bien pero no son suficientes, existe una pequeña parte de la población totalmente desatendida. Los indigentes y los que están a punto de serlo.
El problema de muchas personas que pueden optar a uno lugar como el expuesto, un lugar o vivienda solidaria, suele ocurrir que  tanto el huésped como el propietario es que cuesta adquirir confianza. Es natural hoy día no te puedes fiar ni de tu camisa. Es por lo que mejor antes el propietario debe informarse antes del tipo de huésped que estas dispuesto a acoger en tu vivienda.
   No siempre son compatibles huésped y propietario, además de que puedan ser compatibles las costumbres de ambos.

La seguridad de que cuenta con una pequeña paga de jubilación se puede considerar una garantía para el propietario de que cumplirá parte del trato, por lo menos es algo. El saber que tiene algún ingreso con el que contribuir a los gastos. Pues el titular de la vivienda se supone que tampoco anda muy holgado cuando propone este tipo de trato. El juntar los dos alquileres supone una garantía de que por lo menos no quedan totalmente marginados y de vez en cuando pueden tomarse un café en la tasca de enfrente y tal vez comprarse unos calcetines o unas medias.

La convivencia:

Convivir con otro ser humano es harto difícil y más si no te une nada absolutamente nada a él, sin haber tenido con él, nunca ni una simple y llana conversación. Ignorando su modo y costumbres de vida, su forma de vivir con otro ser humano. Eso, es muy difícil de comprender y de conllevar por ambos personajes, huésped y propietario.
  Aquí, en esta oferta de convivencia, una pequeña prueba podría resultar positiva, consiste en comprobar el comportamiento social de ambos, esto ayuda a solucionar posibles problemas futuros.
La posibilidad obligatoria de convivir con colegas y amigos de distintos sexos, suele favorecer a ambos y más si se trata de personas de edades diferentes, en previsión de que puedan valerse por sí mismos, sin necesitar ayuda de nadie eso fortalece esa amistad o ese coleguismo entre dos personas.
   Esto supone la garantía de que si uno cae enfermo o necesita algún que otro cuidado, pueden ayudarse mutuamente, de ahí lo de la diferencia de edad debería ser sobre los 12/15 años, eso da pie para muchas ayudas y cosas en común, pasear, acompañar a la consulta al médico, no sentirse solo en casa, entre otras.

La base fundamental de convivencia siempre debe ser de confianza mutua, sin tapujos y lejos muy lejos de cualquier carga o parentesco con la familia. Pues como se ha dicho antes, el que se encuentra en esta u otra situación familiar, es porque carece de familia y ésta o no quiere o se ha desentendido de sus obligaciones.
  Lamentable, muy lamentable tener que recurrir en la que llamamos la tercera edad a estos recursos, pero la vida no siempre sonríe a todos por igual pero existe una norma vital, es la dignidad y el orgullo natural de cualquier ser humano de querer valerse por sí mismo; esta es una forma, y muy digna por cierto.
     
Como se puede observar, el colaborar no siempre cuesta dinero, existen formulas para ello, esta que aquí se explica es una de ellas, la mas cómoda y solidaria donde las haya, no solamente sabe a dónde va su donativo o su colaboración, sino que participa de él.
   Es por lo que deseo y espero conseguir crear un sitio donde recoger peticiones de este tipo, por lo tanto espero a partir del próximo 1º de enero de 2016 ponerlo en las redes sociales donde empezare a pedir colaboradores para construir y formalizar legalmente esta idea.
  No es nada fácil conseguir que profesionales y personas de cualquier tipo y condición social, quieran o puedan prestarse a colaborar con esta idea tan inusual, a la que voy a llamar:
Buscando un colega o un amigo

Para ello cuento con todos Ud. si conocen a alguien que reúna esas condiciones no duden de ponerse en contacto en esta página. Bien por mensaje privado o comunicando la situación en el mismo blog o página donde haya tenido acceso a esta oferta solidaria.
   También recuerde que formar un grupo forma parte de la idea de este solitario amigo, el cual lo propone de corazón, no con ánimo de formar pareja, eso se lo dejo a otros. Aquí solo se trata de sobrevivir lo mas cómodamente en compañía de un amigo o amiga. Eso sí, si se compenetran en la forma y manera de convivir bajo el mismo techo.
   Se debe tener presente que incluso, en el seno de una familia de lo más normal, la convivencia a veces se hace insoportable, no todo es oro lo que reluce.
   Por eso esta idea me entusiasma y estoy dispuesto llevarla a cabo, eso sí espero contar con su ayuda y colaboración. Moral en todos los aspectos y económica si lo creen conveniente para conservar esta página o blog desde donde podemos estar en comunicación.




¿Qué hacer entonces?

Esa es la cuestión: Qué hacer con esa pequeña parte de la población jubilada; la que menciono anteriormente, La formula, la cual no pueden por determinados motivos los que pueden acogerse, que si no reciben alguna colaboración se ven abocados a la prácticamente indigencia, mejor dicho en la puta calle. No es porque ellos quieran, es simplemente, porque las ayudas sociales a ellos no les llegan, no les llegan porque sus ingresos son insuficientes para llegar a fin de mes; Estos son los de las pensiones mínimas, pensiones de en este año de 2016 asciende a la cantidad de 636.-€ si se mira fríamente es una cantidad pequeña pero suficiente. Con ella no te mueres de hambre; pues puedes pagarte una habitación en cualquier sitio, en un rincón cualquiera hasta el día que te llegue la hora final.
No se va a discutir, si esa situación es culpa de ellos o del rosario la aurora, eso no viene a cuento, se trata de que esa persona, jubilada, ha tenido y posiblemente continúe teniendo su habitual vivienda en que antes de jubilarse tenía otro tipo de ingresos con los cuales podía paliar todos los gastos de esa casa, en la mayoría de los casos a veces con la pequeña pensión aportada por su compañera, o compañero; según caso esa pequeña ayuda consistía en una pequeña pensión de 420.-€. Eso les daba margen para humildemente vivir en libertad sin tener que recurrir a nadie, cubriendo todos los gastos, como he dicho antes, de vez en cuando tomarse un café o una cerveza en el bar más cercano con los conocidos y comprarse algo de ropa en los chinos.
   Pero qué ocurre si uno de los dos falla, la cosa suele ponerse fea, no puede llegar a fin de mes con los gastos que esa vivienda acarrea, y además esa persona empieza a sentirse sola y desamparada. Eso por descontado que es lo peor. Para eso no existen ayudas de ningún tipo nadie las tiene previstas. Romper con las costumbres habituales de una persona, te deja fuera de juego, y si además careces de familia  dispuesta a ayudarte, como sería lo lógico pues mucho peor.

La última opción

Como última opción, para casos de estos y similares, no se puede decir que los gobiernos abandonen a este tipo de colectivos ni mucho menos, no quiero decir eso, aunque en cierto modo solo les proporcionan un techo donde carecen de una escasa autonomía propia, no es lo mismo tu casa que un alberge para viejos, donde cada día ves desfilar algún coche fúnebre.
   Esta opción siempre se piensa cuando se es joven, pero puede que cambie cuando se acerca la edad de jubilación; es cuando sueles ver un futuro más incierto, además de ver que estarás en la más absoluta soledad, en muchas ocasiones se piensa uno; a mí eso no me pasara.
   Bueno son pensamientos que pueden cumplirse o no, eso depende muchas veces de ti mismo de la forma de vida que has llevado. Eso nadie puede preverlo.

Como toda idea o proyecto, esta también tiene su opción bien podía llamarse la parte conflictiva de intereses; que ocurre los dos disponen de su vivienda habitual y a la cual no pueden hacer frente a todos los gastos ninguno de los dos.
   Además está el empadronamiento, en ese caso quien se dispone a marchar de su vivienda habitual. En casos como esos no creo importe mucho pues la solución es obvia, se elige la mejor, la mas cómoda y la que reúna mejores requisitos de comodidad y favorezca los intereses de ambos.

Claro uno de los dos no le queda más remedio que abandonar su vivienda de toda la vida, volver a ella una vez abandonada es más difícil el volver. Eso si ambos la tienen; en cambio si uno de los dos está en la calle no existe problema alguno, pues si no cuaja el invento, el volver a la calle no es ningún problema,

La propuesta

Bueno esta es mi propuesta: Ignoro el impacto social que tendrá, espero que bueno. No obstante desde esta página pido ayuda humana para que me asesoren y guíen en este proyecto. Sobre todo si una persona desea y puede ceder un local en Barcelona que es donde yo resido, también personas profesionales que deseen ofrecer colaboración profesional, principalmente abogados y similares. Pues no descarto ampliar la tirada a otros campos; eso sí de forma altruista pueden ser personas jubiladas o en activo.

http://agrupatallermovil.blogspot.com.es/2015/10/hoy-es-por-mi-manana-puede-ser-para-ti.html

Vuelvo a recordar que esta idea es gratuita totalmente, sus donativos si creen que pueden ser de utilidad van directamente a las personas que Uds. mismos elijan.
   Otra cosa es el mantenimiento de esta página, esta será solo por inscripción como colaborador voluntario, pudiéndose dar de baja en el momento que lo desee.

 La cuota a pagar será mínima se expondrá sobre consulta preliminar según el grado de colaboración y de sus miembros, una vez establecida la sede de esta idea.

martes, 1 de diciembre de 2015

¿Colega o amigo?


El espíritu de la amistad:


¿Colega o amigo?


De juramento entre cada dos hombres. (Credo Legionario)

Memorias de un caminante




Por: Saturnino Lacueva García


¿Colaborar?, Yo sí y (Tu)

La amistad, es un don que no se otorga así como así. Raya, entre el colega y el amigo. La verdad, no sabría diferenciarlos, los dos pueden cumplir con el mismo cometido; pero con algunos matices, el amigo es una especie de confesor en el que descargas penas y pesares; en algunas ocasiones suele ser más que un padre. El colega cumple el mismo cometido pero más comprometido y real.

El meollo de: Colaborar


Cuantos anuncios en los medios de comunicación y en las redes sociales no hacen mención a palabras como esta, (Colaborar). Sin duda creo que ninguno; la palabra colaborar surge por todas partes, forma parte de nuestra vidas. Generalmente ni nos damos cuenta de que sin comerlo ni beberlo colaboramos con alguna institución o organización privada sin haberlo solicitado.

   También nadie nos pide opinión en la forma de hacerlo y quien y de qué forma se va a beneficiar de esa ayuda o donativo. En cientos de casos esa ayuda en forma de medios sociales o sistemas parecidos, el afectado ni la huele. Generalmente se pierde en el camino.

   Bien es cierto que existen personas que ofrecen cierta ayuda porque les desgrava en los impuestos, eso no es ser colaborador, es otra cosa la cual no es el momento ni el lugar de ponerle nombre.

   También parece que existen personas pudientes las que no sé si por remordimiento o porque no tienen otra cosa que hacer, o también para salir en la foto realizan de vez en cuando lo que ellos llaman obras de caridad.

A todas estas personas yo les agradezco su colaboración. Pero, se han parado a pensar por un momento en que y como pueden ayudar a las personas que verdaderamente necesitan ayuda, que no siempre es económica, si no social y de apoyo moral, y como pueden estar seguros de que esa ayuda les llega por medios inesperados y ellos pueden acogerse.

   Existen muchas personas necesitadas que no es que desprecien esa ayuda, no. Es que esa ayuda a lo mejor les priva de su libertad y su propia autonomía. Eso es muy común en personas de las que llamamos unas veces con temor y otras con desprecio; los pobres, nunca se les nombra con cariño. Ellos no han elegido esa profesión, la vida no trata igual a todos los mortales.

La finalidad de: Colaborar


Como ya saben esta obra de (memorias de un caminante) en esta ocasión trata este capítulo, el de colaborar. Existen infinidad de formas de colaborar con nuestros semejantes y a la vez con nosotros mismos; unos necesitan ayuda moral, otros económica, otros ayudas sociales, de justicia. Todos de una u otra forma precisamos ayuda en un momento u otro de nuestras vidas.

   De eso se tratara en el cuadro título de:

En la biblioteca de la vida

Cuyo tema es precisamente este colaborar, la finalidad de este tipo u otro cualquiera es que no le cueste un céntimo al que la solicita ni al que la presta. Eso no significa que si desea puede participar de forma anónima con actividades y donativos desinteresados.

Eso si lo desea puede realizarlo en este enlace:


Cuando una persona; de cualquier sexo y condición, expone una idea, por descabellada que parezca, siempre se debe considerar. A veces, donde menos te lo esperas, como se suele decir salta la liebre.

   Recuerde también y  tenga presente siempre. El mejor colaborador es el pobre, este, compartirá siempre un plato de sopa contigo o con quien lo necesite sin preguntarle nada, en cambio el pudiente hasta se enoja al estar a su lado por i alguien de su entorno le ven junto a él. La vejez acompañada de pobreza asusta, da miedo.


La idea de: Colaborar


Para empezar: Estoy empezando a construir y poner en práctica una idea que me ronda por la cabeza desde hace mucho tiempo. Se trata simplemente de aplicar este espíritu legionario a la práctica, pero con personas de las llamadas de la tercera edad en principio, los comprendidos a partir de los 65 años en hombres y en mujeres de una edad no inferior a 55 años. Considero que es una edad óptima para que los dos cumplan unos requisitos mínimos para una convivencia en común, sin ser matrimonio. Pero si para compartir penas y alegrías bajo un mismo techo.

   Después extender esa idea a otros temas de índole social, a los casos y causas nombrados en el libro de esta biblioteca:

Patologías de una Nación

De eso trata esta idea, no el de hacer de casamentero, pues el asunto se centra en otros temas más delicados y crueles.

   La sociedad en que vivimos; por lo menos en España, contiene un gran número de personas, jubiladas o pensionistas, las cuales para ellos el trabajo se acabo. Solo les queda esperar con paciencia que les llegue su última hora, es triste pero es la realidad de la vida.

    Pensando en el colega, muy habitual en (La Legión) y que tan buen resultado a dado en cuanto a la amistad y compañerismo entre dos personas. He pensado llevarlo a la práctica entre este colectivo y del cual yo formo parte. En este caso he creído que mejor sea entre hombre y mujer, pues así se ayudan mutuamente, en cualquier circunstancia que se les presente.




El compromiso de: Colaborar


 En ambos casos tanto en el colega como en el amigo me estoy refiriendo a un amigo de verdad, el problema es que una persona cualquiera no suele tener amigos; amigos de verdad, para lo bueno y para lo malo, ambos deben ser capaces de ayudarse mutuamente en los peores momentos de sus vidas y en las circunstancias más adversas.

El amigo: Cuando le preguntas a alguien por este tema te suele contestar con dudas, esto sucede porque no tiene nada claro lo que significa esa palabra, muchas veces se confunde con amistad. Tener amistad con alguien no te obliga a nada, solo que compartes algunos círculos sociales y en ocasiones intercambias favores, pero no estás obligado a nada en concreto. Por lo tanto según mi punto de vista, entre el amigo y la amistad se parece lo mismo que un huevo a una castaña, es cuestión de ocasiones.

El colega: Este es otro tema que se tiene que coger con pinzas, existe el típico colega profesional que lo único que tienen en común es su profesión. En cambio al colega que yo me refiero, es al que se especifica en (El credo Legionario) es un sentimiento de amistad donde se da todo sin esperar nada a cambio.

   Un colega representa que estas en la misma onda, en la misma o similar situación es por lo que como en el tercio los dos colegas antiguamente antes de entrar mujeres, se trataba de dos amigos, o colegas ambos legionarios.

   También en ese cuerpo militar en la Legión española, en las posesiones españolas de (Marruecos) solía ser peligroso cuando salías de paseo casi te obligaban a salir acompañado, en parejas de ahí la definición más exacta y entrañable de lo que es un colega.


El por qué del colega


Disponer de un colega no significa que sea para toda la vida, ni que ese colega tenga que satisfacer todas tus necesidades y caprichos, no se trata de eso; por lo menos en este u otros casos a los que pueda referirme. No, el caso que en esta ocasión me propongo llevar a cabo es el de conseguir que determinado tipo de jubilados y pensionistas que por circunstancias en muchas ocasiones ajenas a ellos, se ven en la obligación de buscar un sitio humilde donde acabar sus días con arreglo a la pensión que cobran; la cual en muchos casos si pagas habitación y la manutención no llegas a fin de mes, y si llegas es en pésimas condiciones.

Pero qué ocurre si se dos personas, dos colegas viven  los dos bajo el mismo techo, donde disponen de libertad de realizar lo que le venga en gana, eso sí sin abusar de la paciencia de su colega y compañero de piso. Si los dos cobran una pensión, por baja que sea, les permite vivir con dignidad y lo que es mejor en libertad de movimientos, los cuales muchas veces incluso en el hábito familiar te critican y te privan de esa libertad que tú quieres.

   Por eso mi idea ante personas en esta situación no cabe duda que se puede colaborar sin ánimo de lucro y con total desinterés.


Mi intención a ese respecto es el siguiente:


Ofrezco habitación individual a colega que desee compartir el piso conmigo, en este caso se lo ofrezco a una mujer mayor de 55 años y totalmente liberada de cargas familiares. Que sea tranquila y no le gusten cosas raras ni extravagantes. Puede ponerse en contacto por correo privado en esta misma página. Si os gusta la idea compartir esta página. Gracias  

jueves, 15 de octubre de 2015

Hoy es por Mí, Mañana puede ser para Tí


                                           ¿Colaborar?

No se asuste esta publicación no pide dinero solo si Ud. lo desea y comprende que es necesario. Su pequeña aportación puede ser crucial para el mantenimiento de esta página, se recomienda seguir leyendo antes de realizar cualquier acción como las aquí expuestas: 



                                                              

 Hoy es por Mí Mañana puede ser por Ti

Cuantas veces habremos visto este famoso botón y hemos pasado de largo incluido yo. En esta ocasión no solo no paso de largo si no que colaboro de forma mas activa intentando captar colaboradores que sin animo de lucro ayuden a paliar las necesidades básicas para jubilados en apuros, continuare con la explicación mas adelante ahora no puedo gracias.


Por: 1€ o menos


¿Se puede solucionar un problema?


La solución está en sus manos


Ud. ¿Puede?, ¿Quiere? colaborar


Es para personas con problemas


Injusticias sociales




Desahucios por falta de pago




Jubilaciones precarias, Etc. Etc. Etc.



Como colaborar



Colaborar es fácil solo tiene que registrarse, su aportación, por pequeña que sea siempre es de agradecer. Existen infinidad de maneras y formas de ejercer ese derecho. El de colaborar. Su única condición quiza la mejor es la de estar jubilado o en situación similar. También se precisan profesionales en activo que  se atrevan a apoyar esta iniciativa con todas sus consecuencias. 

Se buscan colaboradores jubilados con una variada disponibilidad, dispuestos a ayudar en la medida que sus posibilidades le permitan y de forma altruista con sus semejantes, no importa su profesión, serán todos bienvenidos.

También a ese propietario que tiene un local que no alquila, también él puede colaborar.

A ese generoso comerciante, que también nos permite, cooperar en su establecimiento. Pasando humildemente el platillo y con ello engrosar a nuestro peculio una valiosa ayuda para nuestros beneficiarios.


El reparto



Cada colaborador se encarga del reparto de esa generosidad que se nos brinda. El  reparto se efectúa de manera directa, entre los colaboradores y los  beneficiarios a su cargo de una forma personal.

Cada colaborador distribuye lo recaudado de acuerdo a las necesidades que sus beneficiarios precisen.

El colaborador obrara según las prioridades del beneficiario de la ayuda, no todos precisan de un mismo criterio. Dependerá siempre de la situación respecto a su paga de jubilación y el alquiler de la vivienda donde habitualmente haya vivido los últimos años antes de su jubilación.


¿Somos un estorbo?






Gracias por tu donativo



Beneficiarios



Como y quien se beneficia de estos donativos:

Cualquier persona que reuniendo las oportunas condiciones y requisitos; no pueda hacer frente al gasto mensual que acarrea una vivienda o lugar donde habitar dignamente, bien solo o acompañado por su pareja donde los ingresos máximos sean los de la jubilación mínima de 634€

Que no reciba otra prestación por el gobierno u organizaciones al efecto.

Que su alquiler o gasto global de la vivienda donde habita sea superior al 60% de su pensión o ingresos totales.

Que desee permanecer en esa vivienda siempre y cuando sus facultades físicas y mentales se lo permitan.


Requisitos



Contactar con el cooperador más próximo en la zona donde viva para cumplimentar su inscripción como beneficiario.

No implica gasto alguno por parte del beneficiario. Solo debe si puede participar como colaborador y beneficiario.


Contactar



Saturnino Lacueva Colaborador y fundador
Zona Clot/San Martín, Tell. 679. 39 23 00, http://www.agrupatallermovil.es/